La palabra inglesa gentrification deriva del sustantivo gentry (‘alta burguesía, pequeña aristocracia, familia bien o gente de bien’). Se trata de un término que también se ha adaptado al francés (gentrification), al alemán (Gentrifizierung) y al portugués (gentrificação).
Aunque inicialmente su uso estaba circunscrito al mundo de la sociología y el urbanismo, la palabra gentrificación ha comenzado a emplearse en los medios de comunicación, en los que pueden verse frases como «Chueca es un ejemplo clásico de gentrificación: el barrio se ‘limpió’ en todos los sentidos, el tejido social cambió y se revalorizó el suelo», «Para los vecinos, más hoteles supondrán un aumento del riesgo de gentrificación» y «Clinton Hill en Nueva York y Clerkenwell en Londres son ejemplos claros de gentrificación».
De las alternativas propuestas hasta ahora en español, elitización o, más precisamente, elitización residencial es la que más se ajusta al sentido del término original, frente a aburguesamiento, recualificación social o aristocratización, que no recogen los matices de este proceso.
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