Excepcionalmente, se usa «y» con valor vocálico en posición intermedia cuando a una forma verbal terminada en «-y» se le añade un pronombre enclítico: «haylas», «doyte», «voyme».
La expreción sería " de haberlas , las hay" pero habría una disonancia, una cacofonía, las las, para salvar ese vicio, inevitable, se invierte y queda: " de haberlas, haylas", lo mismo si es masculino " de haberlos, haylos". Por esta razón, se dice " el águila" y no la águila, por la terminación e inicio a a. Otros ejemplos de palabras femeninas que producen disonacia; El hacha y no " la hacha". Que hermoso nuestro lenguaje.
La expreción sería " de haberlas , las hay" pero habría una disonancia, una cacofonía, las las, para salvar ese vicio, inevitable, se invierte y queda: " de haberlas, haylas", lo mismo si es masculino " de haberlos, haylos". Por esta razón, se dice " el águila" y no la águila, por la terminación e inicio a a. Otros ejemplos de palabras femeninas que producen disonacia; El hacha y no " la hacha". Que hermoso nuestro lenguaje.
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