El nombre recomendado actualmente para la sustancia química que se ha detectado en Venus es fosfano, no fosfina.
En las noticias sobre este hallazgo astronómico es frecuente encontrar la forma hoy desaconsejada, como se puede comprobar en los siguientes ejemplos: «La fosfina, la molécula pestilente y tóxica que podría ser una huella de vida en Venus» o «En nuestro planeta, la fosfina se asocia con la vida porque se encuentra en los microbios».
Los nombres de los compuestos químicos tienen validez internacional y están regulados por la Unión Internacional de Química Pura y Aplicada (IUPAC), así como por las entidades correspondientes en diversos países, que reajustan las normas básicas a la morfología y la ortografía de cada lengua.
En el caso concreto de este compuesto del fósforo, la Real Sociedad Española de Química precisa, en un documento que resume las normas de la IUPAC del 2005, que el nombre adecuado es fosfano y señala de modo explícito que la denominación fosfina y otras similares «no se deben utilizar». Otro posible nombre, que en textos no especializados resulta menos conveniente, es trihidruro de fósforo.
Estas normas se aplican a otros muchos nombres químicos, como por ejemplo dióxido de carbono, que reemplazó al hoy desechado anhídrido carbónico.
Por ello, en los ejemplos anteriores lo adecuado habría sido «El fosfano, la molécula pestilente y tóxica que podría ser una huella de vida en Venus» y «En nuestro planeta, el fosfano se asocia con la vida porque se encuentra en los microbios».
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