Al igual que se hace con la denominación de los edificios que albergan las sedes de instituciones u organismos de Estado de otros países: el Elíseo (por el Palacio del Elíseo), la Moneda (por el Palacio de la Moneda), lo apropiado es aplicar el mismo criterio a los españoles. Conviene recordar que en esos casos, el artículo se escribe con inicial minúscula.
Este uso se mantiene cuando esos nombres se emplean para referirse a las instituciones que albergan esos palacios: el Gobierno de España, la Casa del Rey…
Así, en frases como «Zarzuela no desvela el destino de Juan Carlos I tras su salida de España», «Encuentro en Moncloa entre el presidente del Gobierno y el líder de la oposición» o «La salida de Juan Carlos I, fruto de una delicada negociación entre Moncloa y Zarzuela», lo adecuado habría sido decir «La Zarzuela no desvela el destino de Juan Carlos I tras su salida de España», «Encuentro en la Moncloa entre el presidente del Gobierno y el líder de la oposición» y «La salida de Juan Carlos I, fruto de una delicada negociación entre la Moncloa y la Zarzuela».
Conviene recordar que la ortografía académica explica que si el nombre propio se corresponde con la naturaleza del edificio, es admisible la escritura del sustantivo genérico palacio con mayúscula o con minúscula.
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