Aforo es el número máximo autorizado de personas que puede admitir un recinto, no el número o cantidad de asistentes a un acto.
En los medios de comunicación pueden verse frases como «En la línea 2 el aforo fue de 14 000 personas hace una semana y este lunes fue de 12 000 usuarios», «El subsecretario de Salud informó que el aforo fue de cuarenta mil personas y anunció que a cerca de veinte mil se les tomó la temperatura» o «El aforo alcanzado finalmente fue de 5562 personas».
El Diccionario de la lengua española define aforo como ‘número máximo autorizado de personas que puede admitir un recinto destinado a espectáculos u otros actos públicos’, mientras que afluencia es la ‘acción y efecto de afluir’, verbo que a su vez significa ‘acudir un conjunto de personas a un lugar o sitio determinado’. Como se aprecia, aforo hace referencia a la capacidad máxima, mientras que la afluencia remite al número de asistentes concretos que de hecho acuden a un acto o recinto, que puede ser inferior al aforo, igual si el aforo se completa o superior si hay sobreaforo.
Así pues, en los ejemplos iniciales también se podría haber optado por el sustantivo afluencia o por reformular las frases: «En la línea 2 la afluencia fue de 14 000 personas hace una semana y este lunes fue de 12 000 usuarios», «El subsecretario de Salud informó que acudieron cuarenta mil personas y anunció que a cerca de veinte mil se les tomó la temperatura» y «El número de asistentes alcanzado finalmente fue de 5562 personas».
El sustantivo aforo sí está bien empleado en «El teatro plantea duplicar funciones por recortes de aforo», ya que se está informando de que el número de representaciones puede aumentar debido a que el máximo de asistentes se ha visto limitado por ley, no porque esté habiendo menos público en cada una de ellas (afluencia).
Por ello, se recomienda limitar el uso de aforo a aquellos casos en los que se haga referencia al número máximo autorizado de asistentes o localidades.
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