Ante la inminente salida del Reino Unido de la Unión Europea el próximo día
31 de enero, conviene recordar que, a la hora de aludir a este hecho, son
correctas varias opciones, que se exponen y comentan a continuación:
brexit, en cursiva y con minúscula inicial
Es posible escribir esta
palabra en letra cursiva y con inicial minúscula.
Al hacerlo así se está tratando esta voz como un nombre común extranjero,
posibilidad válida, al proceder del acrónimo inglés formado a partir de Britain y exit que equivale a la salida del
Reino Unido, lo que constituye una denominación común. Por entenderse justamente como
un anglicismo sin adaptar, brexit, escrito con resalte, no se tilda, aunque su pronunciación sea llana:
/bréxit/.
Es la opción que se ha venido recomendando desde que esta denominación se
empezó a emplear en la prensa y la que, al menos entonces, en los inicios de
este largo proceso, resultaba más conveniente.
Brexit, en redonda y con mayúscula inicial
Es también válido escribir este
término en letra redonda y con mayúscula inicial. Al escribirlo
así se entiende que la voz es el nombre propio de un hecho histórico, a saber,
la salida efectiva de Reino Unido de la Unión Europea. Según establece la
Ortografía académica, los sustantivos con los que se denominan los acontecimientos históricos relevantes
se escriben con mayúscula inicial cuando no aluden de forma directa y
transparente a los hechos designados (el Cisma de Occidente, la Primavera
de Praga). En este
caso tampoco es adecuado tildar la voz Brexit, ya que lo
recomendable es respetar la grafía original de los nombres propios en lengua
extranjera.
Es la opción mayoritaria en el uso y la que parece que puede acabar por
imponerse, en tanto en cuanto la salida de Reino Unido es, cada día más, un
hecho.
bréxit, en redonda, con minúscula y con
tilde
Una tercera opción, que aunque es
minoritaria en los medios es posible desde el punto de vista lingüístico, es
considerar que se trata de un sustantivo común adaptado al español. En este
caso, bréxit sí que llevaría tilde y, una
vez acentuada y no habiendo otra secuencia en esa palabra que no se adapte a la
fonética y la morfología española, nada impide escribirla con letra redonda.
En todo caso se recuerda la
conveniencia de, una vez que se opta por una de las fórmulas anteriores,
mantener la coherencia a lo largo de todo el texto.
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