Expresiones del lenguaje inclusivo

Feminismo y machismo, un falso par
Aunque parezca mentira, hay mucha gente que sigue pensando que feminismo es una especie de antónimo de machismo, un falso par que queda en evidencia cuando alguien dice aquello de «Yo no soy machista ni feminista, yo soy partidario de la igualdad».
Quienes así piensan seguramente no saben que, según el Diccionario académico, el feminismo es el ‘principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre’ y el ‘movimiento que lucha por la realización’ de esa igualdad. Por su parte, la misma obra define machismo como ‘actitud de prepotencia de los varones respecto a las mujeres’ y ‘forma de sexismo caracterizada por la prevalencia del varón’.
Como puede apreciarse en las definiciones, no se trata de dos términos equiparables, ya que, mientras que el feminismo es la búsqueda de la igualdad entre sexos, el machismo supone una preponderancia del varón.
Violencia doméstica / de género / machista...
La violencia doméstica es la que se produce en el seno de la familia. La pueden ejercer y sufrir cualquiera de los miembros del núcleo familiar, excepto la ejercida por un hombre contra su pareja o expareja, que se denomina violencia de género.
Por violencia de género se entiende la que se ejerce contra la mujer precisamente por su condición de mujer. Se puede dar tanto dentro como fuera de la familia, en el trabajo o en cualquier otro ámbito de la vida pública, se fundamenta en una supuesta superioridad de un sexo sobre otro y sus manifestaciones son muy variadas. Suele emplearse sobre todo en el ámbito de la pareja o expareja.
Para referirse a esta última, numerosos documentos de organismos internacionales y legislaciones como las de Perú o Ecuador, entre otros, emplean la expresión violencia contra la mujer. Son frecuentes otras como violencia machista o violencia feminicida (en los casos más extremos), etc., que en los medios actúan como sinónimos contextuales, aunque algunos grupos y colectivos entienden que tienen significados específicos y diferenciados.
La legislación española emplea violencia de género, así figura, por ejemplo, en la «Ley 1/2004, de 28 de diciembre de Medidas de Protección Integral Contra la Violencia de Género». El Código de Violencia de Género y Doméstica establece la citada distinción entre la violencia doméstica y la de género.
Feminicidio
La palabra feminicidio, así como la variante femicidio, son formas válidas para aludir al ‘asesinato de una mujer a manos de un hombre por machismo o misoginia’.
La voz feminicidio puede considerarse formada a partir del término latino femina con el sufijo -cidioFemicidio, por otra parte, es una variante que ha entrado en el español a partir de la voz inglesa femicide y está ya muy asentada en países hispanoamericanos como Chile o Guatemala, que de hecho incluyen femicidio en su legislación.
La extensión de este vocablo puede haberse visto favorecida por la influencia de otros términos semejantes creados a partir de bases bisílabas: filicidioparricidio y, siguiendo esta pauta, femicidio. También puede haberse formado por haplología, fenómeno que consiste en la ‘eliminación de una sílaba semejante a otra contigua de la misma palabra’, como ocurre con tragicómico e impudicia, a partir de las formas originales tragicocómico e impudicicia.
Por último, cabe señalar que estos sustantivos pueden emplearse para referirse tanto al asesinato individual de una mujer como al homicidio sistemático de mujeres, en especial en ámbitos en los que no existe un fuerte reproche social o cultural de estos hechos. Por ejemplo, hay culturas donde el feminicidio (o femicidio) consiste en dar muerte a las niñas cuando nacen.
Asimetrías en las fórmulas de tratamiento
Aunque hoy es una práctica en buena parte superada, aún pueden encontrarse ejemplos en los que a la mujer se la menciona por su estado civil o se la presenta como la mujer de... en contextos en los que esta referencia no es relevante. Más rara es hoy la mención como la señora o la viuda de... Sin embargo, sí se observa con cierta frecuencia que en los medios se las menciona a veces a ellas solo por el nombre o con apelativos de confianza cuando a los varones se los denomina también con el apellido o mediante el cargo.

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