Este tipo de desdoblamientos
son artificiosos e innecesarios desde el punto de vista lingüístico. En los
sustantivos que designan seres animados existe la posibilidad del uso genérico
del masculino para designar la clase, es decir, a todos los individuos de la
especie, sin distinción de sexos: Todos los ciudadanos mayores de edad
tienen derecho a voto.
La mención explícita del
femenino solo se justifica cuando la oposición de sexos es relevante en el
contexto: El desarrollo evolutivo es similar en los niños y las niñas
de esa edad. La actual tendencia al desdoblamiento indiscriminado del
sustantivo en su forma masculina y femenina va contra el principio de economía
del lenguaje y se funda en razones extralingüísticas. Por tanto, deben evitarse
estas repeticiones, que generan dificultades sintácticas y de concordancia, y
complican innecesariamente la redacción y lectura de los textos.
El uso genérico del
masculino se basa en su condición de término no marcado en la oposición
masculino/femenino. Por ello, es incorrecto emplear el femenino para aludir
conjuntamente a ambos sexos, con independencia del número de individuos de cada
sexo que formen parte del conjunto. Así, los alumnos es la
única forma correcta de referirse a un grupo mixto, aunque el número de alumnas
sea superior al de alumnos varones.
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