Las expresiones españolas ciudadano no grato o persona no grata y la latina persona non grata son las adecuadas para aludir a alguien que es rechazado por un Gobierno o una institución, pero nunca non grato, que mezcla latín y español.
El uso de non grato es incorrecto, ya que mezcla el adverbio latino non y el adjetivo español grato. Para que en latín concordara en masculino, habría que escribir non gratus.
La locución latina solo es válida en singular, por lo que se desaconseja la fórmula personas non gratas para el plural; en ese caso considera preferible usar el equivalente español personas no gratas.
Si se emplea la forma latina persona non grata, esta debe ir en cursiva o, si no se dispone de este tipo de letra, entrecomillada.
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