Algunos adjetivos en español admiten dos formas superlativas
diferentes: así, fuerte puede
formar fuertísimo, considerado
popular, y fortísimo,
y pobre da
lugar tanto a pobrísimo como
a paupérrimo.
La Academia recoge otros dobletes similares, como ocurre con los
adjetivos cierto, antiguo o reciente, entre
otros, cuyos posibles superlativos son ciertísimo o certísimo, antiquísimo o antigüísimo, recientísimo o recentísimo, nuevísimo o novísimo, lejísimos o lejísimo,
respectivamente.
Se
recuerda que, si bien la mayoría de los adjetivos forman el superlativo
con el sufijo –ísimo,
los que utilizan el sufijo -érrimo parten
de un adjetivo que incluye la letra erre en la última sílaba: libre/libérrimo,
negro/nigérrimo (también es válido y más frecuente negrísimo), mísero/misérrimo…
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