La voz española acoso es una alternativa preferible a los anglicismos bullying y mobbing.
En las noticias es frecuente encontrar frases como «La niña agredida en un cole de Palma no sufría ‘bullying’», «Los centros deben notificar a la Fiscalía supuestos casos de bullying», «La oposición pedirá explicaciones al alcalde sobre la sentencia por ‘mobbing’ contra una trabajadora» o «La valiente respuesta de la invitada de boda que sufrió ‘bullying’ por su vestido».
El verbo inglés to bully significa ‘usar la fuerza o la influencia para intimidar a alguien, típicamente para obligarlo a hacer algo’, en tanto que to mob alude a la acción en la que un grupo asedia a alguien.
En español se ha extendido el uso de bullying para referirse específicamente al acoso que se produce en el ámbito escolar, y mobbing para el que tiene lugar en el trabajo.
Estos anglicismos pueden sustituirse por el término acoso, acompañado por los adjetivos escolar o laboral, e incluso, en otros casos, moral, psicológico, sexual… si se quiere especificar el ámbito de esa conducta y este no se deduce claramente del contexto.
Así, en los ejemplos anteriores, habría sido preferible escribir «La niña agredida en un cole de Palma no sufría acoso escolar», «Los centros deben notificar a la Fiscalía supuestos casos de acoso escolar», «La oposición pedirá explicaciones al alcalde sobre la sentencia por acoso laboral contra una trabajadora» y «La valiente respuesta de la invitada de boda que sufrió acoso por su vestido».
Asimismo, es común encontrar el término ciberbullying, derivado de bullying, para referirse a la intimidación hacia una persona que se realiza a través de internet; en este caso lo recomendable es que en vez de ciberbullying se emplee ciberacoso.
Por último, si se opta por los anglicismos, lo adecuado es escribirlos en cursiva o, si no se dispone de este tipo de letra, entre comillas.
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