Lo correcto es escribirlo de esa manera: la interrogación no afecta a toda la frase, sino solo al adverbio no.
En realidad, cuando utilizamos este tipo de fórmulas, como ¿no?, ¿eh?,
¿verdad?, ¿cierto? y otras parecidas, no queremos hacer una pregunta. Estas expresiones
son una especie de apéndice a la oración principal que ayudan, por un lado, a que nuestra frase no suene
demasiado categórica y, por otro lado, nos
sirven para establecer una comunicación más cercana con
el interlocutor, al que
pedimos una respuesta (aunque solo sea que asienta o niegue con la
cabeza). Si decimos Esta tarde vamos a
salir, parece que estamos dando una
orden al interlocutor; sin embargo, si añadimos un ¿no?,somos corteses y estamos haciendo partícipe al otro de la propuesta.Se trata, por tanto, de una afirmación, a la que le sigue una duda o una solicitud de confirmación. Por ese motivo solo debemos escribir entre interrogantes esa
duda o confirmación, ese «apéndice»:
Me dijiste que no tenías problema para trabajar los fines de semana, ¿verdad?
No quiere saberlo, ¿eh?
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