La coma se comporta como signo independiente en la mayoría de los casos, pero, a veces, necesariamente, tiene que aparecer
por duplicado, porque si solo escribimos una coma cometemos una falta de
ortografía. La falta de una de las
comas que van por parejas es uno de los errores más frecuentes en el uso de este signo de puntuación. Debemos escribir dos comas rodeando esta serie de expresiones:
Incisos:
elementos supletorios que
aportan más información a la frase.
El euskera, cuyo origen es desconocido, me apasiona.
Vocativos:
grupos nominales o
pronominales que sirven para llamar la atención del interlocutor.
Sergio, querido, acércame la sal.
Interjecciones:
expresión exclamativa con la que expresamos reacciones o sensaciones, o
con la que inducimos a una reacción por parte de nuestro interlocutor.
Y tú, oye, lo sabes
todo.
Apéndices
confirmativos: expresiones interrogativas
que se unen a enunciados aseverativos, con los que solicitamos una respuesta de
nuestro interlocutor.
Me ayudarás, ¿no?
Conectores:
enlaces (normalmente
adverbios o locuciones adverbiales) que relacionan dos secuencias.
Esa corrala, por ejemplo, está restaurada.
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