Ambos signos sirven para insertar en un enunciado ciertas informaciones
complementarias, pero mientras que podemos usar los paréntesis con más libertad,
los corchetes tienen un uso más restringido.
Los corchetes se utilizan para introducir informaciones dentro de una secuencia
escrita entre paréntesis, de
modo que se establece una jerarquía entre estos dos signos de puntuación: paréntesis > corchetes.
Algunos de ellos (no todos [y además, solo los hombres]) se levantaron y se fueron.
Dentro de las citas podemos insertar, mediante los corchetes, informaciones
que no pertenecen a la cita textual pero que ayudan a comprenderla o
contextualizarla. Los paréntesis solo
serían correctos, en este caso,
si se encuentran en la cita.
«Durante el Proceso de Reorganización Nacional [de 1976 a 1983] desaparecieron más de treinta mil personas».
Usaremos los corchetes, mejor que los paréntesis, para señalar una
parte omitida dentro de una cita:
«Ambos signos sirven para insertar en un enunciado ciertas
informaciones complementarias, pero […] los corchetes
solo se usan en determinados contextos».
En las transcripciones de textos sirven para señalar letras o palabras que el editor modifica del texto original,
o bien para desarrollar las abreviaturas: ¿Vosotros sois [h]ombres nobles?
En las obras lingüísticas sirven
para señalar las transcripciones fonéticas de las palabras: [kása], casa’.
En las fórmulas matemáticas los corchetes encierran operaciones que contienen otras operaciones
más pequeñas ya encerradas entre paréntesis: [(8 - 5) + (6 x 4)] – (7 + 3).
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